Madrid, Europa Press
|16/02/2016
La 1/4 parte los hombres condenados por asesinar a las mujeres con las que se relacionaban se beneficiaron de una reducción de su pena porque el juez consideró como atenuante que hubiesen confesado el crimen, según el informe que ha realizado el Grupo de Expertos en Violencia de Género y Doméstica del Consejo General del Poder Judicial en el que solicitan que esta figura sea revisada.
El trabajo analiza las 95 sentencias por asesinatos u homicidios de violencia de género dictadas en 2012 y 2013 por los Tribunales de Jurado y las Audiencias Provinciales, de las que 90 fueron condenatorias y 05 absolutorias, aunque en 4 de estos casos el juez apreció eximente completa y ordenó internamiento en centro psiquiátrico por períodos de entre 12 y 25 años.
Según revela, si bien en las sentencias analizadas no se apreciaron "de forma significativa" el consumo de alcohol, las drogas o la enfermedad mental en el asesino a la hora de juzgarle, "en 1 de cada 4 sentencias la confesión ha operado como la principal circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal".
Ocurrió en el 27 % de los casos sentenciados en 2013 por los Tribunales del Jurado y las Audiencias Provinciales cuando 1 año antes, se dio en un 25 % de los casos, según los datos difundidos por el Observatorio de Violencia adscrito al órgano de gobierno de los jueces.
"El grupo de expertos del CGPJ reitera la conveniencia de abordar el estudio de la supresión o reconsideración de esta atenuante en delitos con resultado de muerte en violencia de género, cuando la ejecución del hecho o las circunstancias que lo rodean permitan sin dificultad atribuir la autoría al varón de la pareja o ex pareja sentimental, haciendo inoperante, por tanto, la confesión", explica en un comunicado.
El informe analiza los 95 casos de homicidio o asesinato machista sentenciados y extrae otras conclusiones, como que la cuantía media de las penas por asesinato en casos de violencia de género fue de 19 años y medio de prisión en 2013, cuando en 2012 se situaba en 18 años y medio.
Los informes también reflejan un incremento en las condenas impuestas por homicidio, cuya media en 2013 fue de 13 años y 3 meses de prisión, frente a los 11 años y 3 meses del año 2012.
En este sentido, de las 45 sentencias condenatorias analizadas en 2013, 36 lo fueron por asesinato y 9 por homicidio, no apreciándose ningún homicidio imprudente. En el año anterior, 39 de las 45 sentencias condenatorias lo fueron por asesinato y 6, por homicidio, y tampoco se observó ningún homicidio imprudente.
Atendiendo al perfil del autor, el informe refleja que el 50% de los sentenciados en 2013 eran españoles, cuando un año antes los extranjeros eran mayoría (60%).
El 52% tenían entre 31 y 45 años de edad, mientras que los ajusticiados entre 46 y 65 años, el grupo más amplio en 2011, representaron el 25%. Un 15% estaban entre los 18 a los 30 años, como en años anteriores.
MÁS ESPAÑOLAS QUE EXTRANJERAS
Respecto a las víctimas, casi 6 de cada 10 eran españolas, cuando la proporción con las extranjeras era equilibrada un año antes. Por edades, el 40% tenían entre 31 y 45 años en los casos sentenciados en 2013, franja que representaba el 33% el año anterior.
Las chicas entre 18 y 30 años de edad fueron el 28% y no se produjo ninguna víctima mortal menor de edad.
En el 74 % de los casos sentenciados en 2012 y en un 77 % de los de 2013 se reseña que la mujer asesinada tenía hijos. Los hombres que las asesinaron dejaron 110 huérfanos en esos dos años, de los que 77 eran menores de edad, 52 de ellos menores de 10 años.
Por otra parte, en el 68% de los casos se mantenía la relación en el momento del crimen, 5 puntos más que en 2012. "El fin de la relación o de la convivencia no conlleva una reducción del riesgo de homicidio o asesinato. La violencia forma parte del control sobre las mujeres, que se hace más brutal cuando éstas anuncian su intención de dejar la relación o de irse", dice el grupo de expertos.
DENUNCIAS PREVIAS
En la mayoría de los casos, el 80%, no constaba denuncia previa al asesinato, algo que para los expertos "reafirma la convicción de que la violencia de género se manifiesta de manera continua y en muy pocas ocasiones a través de episodios aislados" y "evidencia la necesidad de continuar sensibilizando a la sociedad en general de que se trata de un asunto público, de derechos humanos, y no privado, y de que es obligatorio denunciar si se tiene conocimiento de que una mujer está siendo maltratada".
El informe refiere asimismo el análisis de 13 sentencias de los mismos tribunales por asesinatos u homicidios en el ámbito de la violencia doméstica.
Las penas impuestas en los casos de asesinato oscilaron entre 15 y 22 años de cárcel, y en los homicidios entre 5 y 11 años de prisión.
En ninguna de las sentencias de homicidio o de asesinato cometido en el ámbito de la violencia doméstica consta la existencia de denuncias previas.
La 1/4 parte los hombres condenados por asesinar a las mujeres con las que se relacionaban se beneficiaron de una reducción de su pena porque el juez consideró como atenuante que hubiesen confesado el crimen, según el informe que ha realizado el Grupo de Expertos en Violencia de Género y Doméstica del Consejo General del Poder Judicial en el que solicitan que esta figura sea revisada.
El trabajo analiza las 95 sentencias por asesinatos u homicidios de violencia de género dictadas en 2012 y 2013 por los Tribunales de Jurado y las Audiencias Provinciales, de las que 90 fueron condenatorias y 05 absolutorias, aunque en 4 de estos casos el juez apreció eximente completa y ordenó internamiento en centro psiquiátrico por períodos de entre 12 y 25 años.
Según revela, si bien en las sentencias analizadas no se apreciaron "de forma significativa" el consumo de alcohol, las drogas o la enfermedad mental en el asesino a la hora de juzgarle, "en 1 de cada 4 sentencias la confesión ha operado como la principal circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal".
Ocurrió en el 27 % de los casos sentenciados en 2013 por los Tribunales del Jurado y las Audiencias Provinciales cuando 1 año antes, se dio en un 25 % de los casos, según los datos difundidos por el Observatorio de Violencia adscrito al órgano de gobierno de los jueces.
"El grupo de expertos del CGPJ reitera la conveniencia de abordar el estudio de la supresión o reconsideración de esta atenuante en delitos con resultado de muerte en violencia de género, cuando la ejecución del hecho o las circunstancias que lo rodean permitan sin dificultad atribuir la autoría al varón de la pareja o ex pareja sentimental, haciendo inoperante, por tanto, la confesión", explica en un comunicado.
El informe analiza los 95 casos de homicidio o asesinato machista sentenciados y extrae otras conclusiones, como que la cuantía media de las penas por asesinato en casos de violencia de género fue de 19 años y medio de prisión en 2013, cuando en 2012 se situaba en 18 años y medio.
Los informes también reflejan un incremento en las condenas impuestas por homicidio, cuya media en 2013 fue de 13 años y 3 meses de prisión, frente a los 11 años y 3 meses del año 2012.
En este sentido, de las 45 sentencias condenatorias analizadas en 2013, 36 lo fueron por asesinato y 9 por homicidio, no apreciándose ningún homicidio imprudente. En el año anterior, 39 de las 45 sentencias condenatorias lo fueron por asesinato y 6, por homicidio, y tampoco se observó ningún homicidio imprudente.
Atendiendo al perfil del autor, el informe refleja que el 50% de los sentenciados en 2013 eran españoles, cuando un año antes los extranjeros eran mayoría (60%).
El 52% tenían entre 31 y 45 años de edad, mientras que los ajusticiados entre 46 y 65 años, el grupo más amplio en 2011, representaron el 25%. Un 15% estaban entre los 18 a los 30 años, como en años anteriores.
MÁS ESPAÑOLAS QUE EXTRANJERAS
Respecto a las víctimas, casi 6 de cada 10 eran españolas, cuando la proporción con las extranjeras era equilibrada un año antes. Por edades, el 40% tenían entre 31 y 45 años en los casos sentenciados en 2013, franja que representaba el 33% el año anterior.
Las chicas entre 18 y 30 años de edad fueron el 28% y no se produjo ninguna víctima mortal menor de edad.
En el 74 % de los casos sentenciados en 2012 y en un 77 % de los de 2013 se reseña que la mujer asesinada tenía hijos. Los hombres que las asesinaron dejaron 110 huérfanos en esos dos años, de los que 77 eran menores de edad, 52 de ellos menores de 10 años.
Por otra parte, en el 68% de los casos se mantenía la relación en el momento del crimen, 5 puntos más que en 2012. "El fin de la relación o de la convivencia no conlleva una reducción del riesgo de homicidio o asesinato. La violencia forma parte del control sobre las mujeres, que se hace más brutal cuando éstas anuncian su intención de dejar la relación o de irse", dice el grupo de expertos.
DENUNCIAS PREVIAS
En la mayoría de los casos, el 80%, no constaba denuncia previa al asesinato, algo que para los expertos "reafirma la convicción de que la violencia de género se manifiesta de manera continua y en muy pocas ocasiones a través de episodios aislados" y "evidencia la necesidad de continuar sensibilizando a la sociedad en general de que se trata de un asunto público, de derechos humanos, y no privado, y de que es obligatorio denunciar si se tiene conocimiento de que una mujer está siendo maltratada".
El informe refiere asimismo el análisis de 13 sentencias de los mismos tribunales por asesinatos u homicidios en el ámbito de la violencia doméstica.
Las penas impuestas en los casos de asesinato oscilaron entre 15 y 22 años de cárcel, y en los homicidios entre 5 y 11 años de prisión.
En ninguna de las sentencias de homicidio o de asesinato cometido en el ámbito de la violencia doméstica consta la existencia de denuncias previas.
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