Delia M.
Rodríguez, abogada: “Los abogados de familia debemos evitar que se utilicen los
menores como moneda de cambio en cualquier ruptura”.
Confiesa que le gustaría que su
proyecto profesional propio, cubra un nicho de mercado hasta ahora descubierto
en los conflictos familiares desde el asesoramiento integral a las propias
familias siempre que lo requieran. “Cualquier conflicto familiar hay que
tratarlo desde varias perspectivas”, aclara Delia M. Rodríguez, socia directora
de esta boutique legal. Abogados, psicólogos y mediadores conforman su equipo
de trabajo seleccionado desde 2 puntos de vista:
“1º, es importante que exista
química entre los miembros del equipo y luego también es importante la vocación
que como profesional debe tener de servicio a la familia. Afortunadamente todos
coincidimos en estos perfiles que le señalo” aclara nuestra interlocutora. En
un contexto en el que la estructura familiar ha cambiado “los profesionales
debemos estar un paso por delante de todo este entorno y saber ofrecer
soluciones a todos estos problemas que nos llegan”, aclara.
Para nuestra
interlocutora es evidente que “Cuándo ahondas en los diferentes casos que
llegan al despacho, te das cuenta de lo muchísimo que nos cuesta hablar, y todo
lo que conlleva el acto de comunicarse de forma eficaz. Lastimosamente no existe
una asignatura en el colegio que nos ayude a mejorar nuestras relaciones
interpersonales”. Además pondrá también en marcha la Escuela de Familia, con
iniciativas formativas en este mismo sentido, así como inaugurará en septiembre
su canal de Youtube, dónde se incluirán consejos, entrevistas con distintos
profesionales y propuestas novedosas de ocio familiar.
¿Realmente la mediación es útil en un
conflicto de estas características?
Cada día está más claro que la mediación es parte del
futuro que viviremos. Lo fundamental es que todas las partes quieran acceder a
este método extrajudicial. Y que los propios abogados se den cuenta
también del valor de esta técnica.
Lo 1º que hay que hacer es un diagnóstico del
conflicto para saber cómo se va a tratar. Desde aquí veremos si empleamos la
negociación o acabamos en mediación. En algunas ocasiones, una mediación a
tiempo puede evitar el deterioro de una pareja y su consiguiente divorcio
Con esta forma de trabajo da la
sensación que es más sencillo trabajar el concepto de abogacía preventiva.
Es un concepto muy importante el que ud señala.
Creemos que es clave en cualquier relación entre abogado y su cliente. Negociar
con la otra parte y buscar un acuerdo para minimizar el conflicto es clave en
cualquier relación jurídica. Desde este contexto hay que trabajar siempre
aunque no todas las veces logras evitar el pleito. Creo que este
acercamiento del que estoy hablando debería intentarse siempre.
Desde fuera, se advierte que los
pleitos cuando hay hijos por medio, tienen otra dimensión.
Es cierto. A veces en determinadas ocasiones la situación
puede llegar a ser dramática. Es duro ver en una sala de vistas a un niño
cabizbajo que no mira a la cara a su padre en determinada situación. Al final
no hay vencedores ni vencidos.
Son situaciones que se pudieran haber evitado si se
hubiera acudido a un profesional
antes de que estallase el conflicto. En este
contexto para los niños ésta es una situación de cambio para la que hay que
trabajar mucho. Que alguno de los progenitores lo utilicen como moneda de
cambio en algunas separaciones la verdad que es una canallada y que los propios
profesionales debemos procurar evitar en la medida de lo posible este tipo de
conductas.
Sobre la custodia compartida, aún no
hay una ley estatal pero sí fallos muy comentados del Tribunal Supremo.
Al ser humano todos los cambios le dan miedo y éste, de
la custodia compartida, es un ejemplo más. Lo ideal es que la figura materna y
paterna estén presentes en el desarrollo de los niños. Dicho esto, lograr una
custodia compartida supone que los padres puedan dialogar y escuchar. 1º
pensar en sus hijos y luego en ellos. De lo contrario la custodia compartida se
puede convertir en un infierno.
Respecto a los fallos del Supremo sobre custodia
compartida creo que están siendo acertados. Buscar el interés superior del
menor es lo ideal y lógico. No es lógico que porque haya leves disputas
entre los cónyuges se quiera echar para atrás esta medida. Lo fundamental
es analizar el caso concreto de cada pareja y que se pueda tener en cuenta a
los niños cuando se les pueda escuchar.
Otra situación que viven los menores es
la llamada sustracción internacional, cada vez más en boga en matrimonios de
diferentes culturas.
Cada vez hay más mestizaje en nuestra sociedad y hay que
verlo como algo normal. En este entorno la sustracción de menores va a ir en
aumento. Siempre hay un trasfondo detrás cuando un padre o una madre decide
llevarse a su hijo a su país de origen. Son conflictos que no nacen de un día
para otro.
Evitar situaciones de este tipo hay que hacerlo desde la
prevención. No es un trabajo de 1 año o 2, sino de generaciones y atacar
este tipo de cuestiones desde la educación. Cuestiones de este tipo que se
convierten en problemas transfronterizos tienen difícil solución a nivel
legislativo. En situaciones de riesgo hay que trabajar la prevención desde la
petición de medidas al juzgado para que ese menor no pueda salir del país.
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