Le
apoyan sus amigos. Le apoyan sus vecinos. Le apoya todo el pueblo.
En
Sueros, León, no quieren que Julio se vaya. El pequeño de 10 años vive
con su tía paterna. Una sentencia le obliga ahora a irse con sus abuelos
maternos. Su madre asesinó a su padre. Ocurría en 2009. Erika apuñalaba
a su pareja. Le ayudaron 2 amigos.
La causa: recuperar la custodia de
su hijo. Él les delató antes de morir.
Un tribunal los declaró
culpables. La condena fue de 53 años de cárcel.
Un ataque de ansiedad
del pequeño impidió que ayer se ejecutara la sentencia. El juez
considera que su tía no ha facilitado la relación con los abuelos
maternos, que el cambio permitirá al menor vivir sin odio. La opinión de
Julio todavía no cuenta ante el juez.
Y en su pueblo aseguran que nada
se moverá hasta que escuchen a su pequeño vecino.
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