viernes, 11 de octubre de 2013

Aumenta casi un 70% los casos de 'secuestro parental'

En tan solo 1 año los juzgados españoles pasaron de abrir 450 a 752 diligencias.
En el 90% de los casos son las madres las que retienen a los hijos.

Silvia Cruz | Barcelona | 10/10/2013 .-
Aumenta casi un 70% los casos de 'secuestro parental'
La mayoría de sustracciones parentales son protagonizadas por las madres, según el Ministerio de Justicia (GYI)
La Memoria 2012 de la Fiscalía General del Estado habla de un incremento “significativo” de los supuestos de sustracción parental, término jurídico que se le da al secuestro de un menor a manos de uno de sus progenitores.
 “Debido a la globalización y a las migraciones, hay más matrimonios binacionales. Cuando se produce una separación o un divorcio, es habitual que uno de ellos opte por regresar a su país o por migrar en busca de mejores perspectivas laborales”, apunta como una de las causas principales del aumento de casos la letrada Silvia Andrea Sejas, de Sejas-Pardo Advocats y especializada en el tema. 
El incremento ha sido del 67,11%, lo que ha supuesto que en 2011, fecha de la última memoria fiscal publicada en septiembre, se abrieran 752 diligencias, cuando en 2010 se registraron 450.
Eso fue lo que le pasó a Iñaki Perujo, un arquitecto de 38 años que no ve a su hija desde enero de 2013: “Después de decirle a mi mujer que quería separarme, sospeché que podría irse con mi hija que tenía 8 meses. Escondí el pasaporte para evitar que se fuera a México, de donde somos los 2, pero luego me confié. Poco después me enteré por un whatsapp de que se había llevado a mi hija a Ciudad de México”.

Motivos de alarma
El caso de Iñaki es el más común en este tipo de secuestros. Según datos del Ministerio de Justicia, en el 90% de los casos es la madre la que se lleva al menor sin consentimiento del padre y pone pegas para que lo vea. “La mayoría son mujeres y por mi experiencia, puedo decir que en el resto de casos, los hombres que se llevan a un menor suelen ser de un país musulmán”, explica Sejas a La Vanguardia.com.
Desde la asociación Anar (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) dan unas claves que deben poner sobre aviso: rupturas conflictivas, diferencias culturales mal gestionadas en la pareja, impedimentos para que el menor se relacione con el otro progenitor o en casos de maltrato, es conveniente tomar medidas. 
“Como medida preventiva hay que solicitar ante las autoridades la prohibición de salida del país del menor en disputa y para estar seguros se pide retirar su pasaporte, principal documento para viajar a cualquier país hasta que ambos padres acuerden un plan de parentalidad y régimen de visitas que respete los derechos del niño”, explica la abogada, que indica que el verano es la época del año en la que el padre o la madre aprovechan las vacaciones del niño para sacarlo del país o de su domicilio habitual.

“Me siento desprotegido”
Eso fue lo que le pasó a Iñaki, que no ha visto a su hija desde que su mujer se la llevó en verano de 2012. “Una juez mexicana decretó la restitución inmediata de la niña a su lugar de origen, Barcelona, sin embargo la madre interpuso un recurso y ahora todo está parado en México”, explica este mexicano con nacionalidad española que tiene pendiente una vista en Barcelona para el juicio de divorcio y decretar la guardia y custodia de la niña. 
Pero Iñaki dice sentirse desprotegido: “Hasta este momento, la madre de mi hija no ha cumplido ni con la sentencia de medidas provisionales, ni con lo que ella acordó conmigo, ni con lo que dictaminó la juez mexicana y al parecer, no hay forma real de hacerla cumplir nada. Si el Gobierno español no permitiera la salida de los menores sin una autorización oficial firmada por los dos padres, se evitarían muchos de éstos problemas”.

Sejas informa de que una vez se ha producido el secuestro, hay que contar con un abogado para que lo reclame a la Autoridad Central en Madrid y se cumpla la Convención de La Haya. Dicha convención se aprobó en 1980 y prevé “el rápido retorno de hijos indebidamente removidos o retenidos”. La premisa es que la custodia de un hijo secuestrado debe ser decidida por los tribunales en el país de residencia habitual del menor y no por los actos del padre o la madre que retiene al niño ni por los tribunales del país al que se haya trasladado. El problema, tal como indican Silvia Andrea Sejas y las entidades de ayuda a las familias que viven esta situación, es que muchos de esos países a los que se ha llevado al menor no tienen suscrito dicho acuerdo y la devolución puede demorarse durante años.

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