A. M. B. Zaragoza|
22/05/2013 a las 06:00
El número de familias aragonesas que recurren a este
servicio creció un 26% tras la aprobación de la Ley autonómica de
mediación.
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La mediación prima el bienestar de los menores.
Con el objetivo de hacer menos violenta y traumática la ruptura del núcleo familiar, cada vez son más los aragoneses que deciden dejar a un lado los tribunales y confiar en que el servicio autonómico de mediación familiar les ayude a alcanzar un acuerdo de divorcio favorable tanto para los cónyuges como para sus hijos.
Este servicio público ha experimentado un crecimiento muy importante en los últimos años. En 2004 fueron 145 las familias que acudieron a las dependencias de la DGA para que los profesionales de la mediación interveniran en su conflicto. 8 años después, en 2012, esta cifra se disparó hasta las 443 familias.
El crecimiento ha sido continuo a lo largo de los últimos años, aunque resulta especialmente destacable el incremento entre 2009 y 2010 (de 173 se pasó a 294).
La Mediación Familiar en materia de separación o divorcio tiene como objetivo permitir a los padres y madres ejercer sus responsabilidades parentales en un clima de cooperación y respeto mutuo. El papel del mediador consiste en posibilitar que ellos mismos encuentren las bases de un acuerdo duradero y mutuamente aceptable, teniendo en cuenta las necesidades de cada uno de los miembros de la familia y en particular las de los menores. Este acuerdo debe ser luego ratificado por un juez.
"El reconocimiento legal de la mediación (en marzo de 2011, con la Ley de Mediación Familiar de Aragón) ha influido muy positivamente en esta evolución del servicio", razona la directora general del área de Familia de la DGA, Ana de Salas. No en vano, la actividad del servicio entre el 1º año de aplicación y el curso anterior registró un crecimiento del 26%.
Además, explica de Salas, en la evolución de los usuarios también han resultado determinantes "los costes derivados de los juicios, tanto a nivel económico, emocional y de tiempo, pues mientras un pleito se puede dilatar en el tiempo, en el servicio alcanzamos resoluciones en apenas 4 ó 5 sesiones, lo que supone unos 60 días".
¿Por qué mediación?
La directora del área de Familia señala que "en materia de divorcio, con la mediación se consigue algo fundamental: restablecer la comunicación". "Todos están del mismo lado y se prioriza la cooperación por encima de todo. Los hijos, al contrario de lo que ocurre en ocasiones con los medios tradicionales, nunca se convierten en moneda de cambio. Además, se preserva la intimidad", añade de Salas.
Matrimonios de entre 6 y 10 años
El 96% de los casos que se tratan son relativos a una separación, aunque puntualmente también se abordan otros relacionados con el reparto de herencias entre hermanos o el cuidado de familiares dependientes. El perfil más habitual de los usuarios es el de matrimonios que llevan entre 6 y 10 años juntos, que tienen 1 ó 2 hijos y que a pesar de haber dejado de vivir juntos no han iniciado trámites de separación.
El servicio, que actualmente cuenta con 3 profesionales (un abogado, un psicólogo y un trabajador social), ha atendido en Aragón a un total de 2.803 usuarios desde su puesta en marcha en 1997. (Una media de 173 personas anualmente)
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