¿El divorcio una opción? Tal vez nunca nos preguntamos realmente si
estamos preparados para dar el paso al “sí, quiero” y que tan difícil o
fácil pueda ser el “no quiero”, lo cierto es que apostamos todo a una
relación, nuestras ilusiones, adquisiciones y muchas más innumerables
cosas que damos y ofrecemos incondicionalmente cuando damos el sí.
Como decía la abuela: “escoba nueva barre bien” y así es.
Para desdicha de muchas y muchos, el deslumbramiento del principio, la admiración y las ganas con el tiempo van desapareciendo, dejándonos una sensación de vacío y desinterés general. El tiempo no interesa; depende de las ganas de ambas partes de disfrazar lo inevitable: la falta de interés mutuo.
Quizás en tiempos de nuestras abuelas los matrimonios duraban toda la vida sin mucha explicación. Pienso que sucedía lo mismo pero con la desventaja de la tecnología y de la variada vida social de hoy día, el tener acceso a esta tecnología nos hace vulnerables y propensos a la duda a la inquietud y mucho más preocupante a preguntarte ¿soy feliz?
Y ahí comienza todo.
Qué duro puede ser darte cuenta que no eres feliz, que ese cuento de hadas que un día tuviste con un bello príncipe azul o princesa, sólo es una historia desgastada con un final igual. Madurar, crecer, admirar, respetar, compartir, tantas cosas hermosas para vivir en pareja en tiempos difíciles donde el dinero, las preocupaciones laborales, el estrés tienen tanto peso. Es difícil pero cuando hay amor y ganas de cuidar lo que tenemos todo es posible, pero para ello se necesitan 2 pensando igual. Cuando hay sólo costumbre, amistad , aprecio, el amor no tiene cabida. Yo creo que el divorcio siempre es una opción.
Es una salida elegante a veces a una relación sin vida y poco prometedora.
Es una oportunidad para las 2 partes de rehacer sus vidas sin pagar con la dura agonía de vivir años al lado de una persona por la que sólo sentimos un sincero cariño y nada más.
Janeth Clavijo
Como decía la abuela: “escoba nueva barre bien” y así es.
Para desdicha de muchas y muchos, el deslumbramiento del principio, la admiración y las ganas con el tiempo van desapareciendo, dejándonos una sensación de vacío y desinterés general. El tiempo no interesa; depende de las ganas de ambas partes de disfrazar lo inevitable: la falta de interés mutuo.
Quizás en tiempos de nuestras abuelas los matrimonios duraban toda la vida sin mucha explicación. Pienso que sucedía lo mismo pero con la desventaja de la tecnología y de la variada vida social de hoy día, el tener acceso a esta tecnología nos hace vulnerables y propensos a la duda a la inquietud y mucho más preocupante a preguntarte ¿soy feliz?
Y ahí comienza todo.
Qué duro puede ser darte cuenta que no eres feliz, que ese cuento de hadas que un día tuviste con un bello príncipe azul o princesa, sólo es una historia desgastada con un final igual. Madurar, crecer, admirar, respetar, compartir, tantas cosas hermosas para vivir en pareja en tiempos difíciles donde el dinero, las preocupaciones laborales, el estrés tienen tanto peso. Es difícil pero cuando hay amor y ganas de cuidar lo que tenemos todo es posible, pero para ello se necesitan 2 pensando igual. Cuando hay sólo costumbre, amistad , aprecio, el amor no tiene cabida. Yo creo que el divorcio siempre es una opción.
Es una salida elegante a veces a una relación sin vida y poco prometedora.
Es una oportunidad para las 2 partes de rehacer sus vidas sin pagar con la dura agonía de vivir años al lado de una persona por la que sólo sentimos un sincero cariño y nada más.
Janeth Clavijo
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