Piden 2,5 años de prisión a una mujer por abrir 2 cartas de su ex marido.
www.diariodenavarra.es /GABRIEL GONZÁLEZ . PAMPLONA.
24/09/2011
- La mujer negó ayer en el juicio que abriera las cartas y las presentara en el juzgado
Una mujer fue juzgada ayer en
Pamplona por abrir 2 cartas que llegaron a nombre de su ex marido al
domicilio conyugal tras el divorcio.
Estas 2 misivas, relativas a un plan de pensiones del ex marido, fueron aportadas años después en el juzgado cuando la pareja abordaba la liquidación de bienes.
El fiscal cree que las presentó la mujer, y pide para ella 15 meses de cárcel por un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
La acusación particular, ejercida por el ex marido, 2 años y medio por el mismo delito, pero continuado. Ella lo niega y reclama la absolución.
El matrimonio cesó la convivencia en 2004 y firmó el divorcio en 2006.
La 1ª carta llegó a finales de ese año, mientras que la 2ª lo hizo en 2009. Al año siguiente, 2010, fueron presentadas en el juzgado de familia para la liquidación de bienes.
Las 2 cartas se encontraban en poder del abogado de la mujer.
La acusada declaró ante el juez de lo Penal nº 4 que desconocía quién aportó esas cartas a la causa. "Yo no fui. No manejaba su correspondencia". Y explicó que tras cesar la convivencia, su ex marido recogía su correspondencia, ya que tenía llave del buzón.
"Como aún no tenía domicilio fijo, me pareció lógico que recogiera sus cartas. Por eso no cambié la cerradura del buzón".
"Las aportó mi ex mujer"
El ex marido declaró lo contrario: "Nunca tuve acceso a las cartas que me llegaban. Y tras separarnos cambié todas las domiciliaciones".
Sin embargo, no avisó del cambio de dirección a la Mutualidad de la Abogacía, que fue quien le envió las cartas del plan de pensiones, porque desconocía su existencia.
Relató que tras licenciarse en Derecho estuvo unos años colegiado, pagando la cuota de la mutua. Pero al no ejercer como letrado, dejó de pagarla.
"Yo pensaba que perdía el dinero de esas cuotas. Pero en 2005 hubo una transformación en la mutua y aquellos pagos se convirtieron en un capital como plan de pensiones, y me correspondían 4.500 euros. Yo lo desconocía, y eso era lo que se comunicaba en esas cartas". Fue su abogado, añadió, el que le advirtió de su existencia en el proceso. "Esas cartas las aportó mi ex mujer", aseveró.
Las acusaciones, y el juez, preguntaron entonces al abogado de la mujer cómo habían llegado a su poder, ya que el letrado del marido también negó habérselas entregado: "No sé cómo entraron esas cartas en mi despacho. Tuvieron que entrar filtradas con otro tipo de documentación".
Se le preguntó por qué tenía los originales, ya que en estos casos lo normal es disponer de una copia. "Actué de forma precipitada, si lo hubiera hecho de forma reflexiva y visto lo que contenían esos documentos no los habría aportado", respondió.
En el turno de la última palabra, la mujer insistió en su inocencia y afirmó que, dada la situació económica del matrimonio, 4.500 euros "no es un importe como para cometer un delito".
2 La acusación. "Resulta inverosímil que el hombre cogiera las cartas, se las diera a su abogado y éste entregara los originales a la otra parte. Esto no se hace jamás".
3 La defensa. "No hay prueba del apoderamiento ni de la intención de descubrir secretos. Y si son elementos que afectan al patrimonio del matrimonio no puede hablarse de secretos"
Estas 2 misivas, relativas a un plan de pensiones del ex marido, fueron aportadas años después en el juzgado cuando la pareja abordaba la liquidación de bienes.
El fiscal cree que las presentó la mujer, y pide para ella 15 meses de cárcel por un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
La acusación particular, ejercida por el ex marido, 2 años y medio por el mismo delito, pero continuado. Ella lo niega y reclama la absolución.
El matrimonio cesó la convivencia en 2004 y firmó el divorcio en 2006.
La 1ª carta llegó a finales de ese año, mientras que la 2ª lo hizo en 2009. Al año siguiente, 2010, fueron presentadas en el juzgado de familia para la liquidación de bienes.
Las 2 cartas se encontraban en poder del abogado de la mujer.
La acusada declaró ante el juez de lo Penal nº 4 que desconocía quién aportó esas cartas a la causa. "Yo no fui. No manejaba su correspondencia". Y explicó que tras cesar la convivencia, su ex marido recogía su correspondencia, ya que tenía llave del buzón.
"Como aún no tenía domicilio fijo, me pareció lógico que recogiera sus cartas. Por eso no cambié la cerradura del buzón".
"Las aportó mi ex mujer"
El ex marido declaró lo contrario: "Nunca tuve acceso a las cartas que me llegaban. Y tras separarnos cambié todas las domiciliaciones".
Sin embargo, no avisó del cambio de dirección a la Mutualidad de la Abogacía, que fue quien le envió las cartas del plan de pensiones, porque desconocía su existencia.
Relató que tras licenciarse en Derecho estuvo unos años colegiado, pagando la cuota de la mutua. Pero al no ejercer como letrado, dejó de pagarla.
"Yo pensaba que perdía el dinero de esas cuotas. Pero en 2005 hubo una transformación en la mutua y aquellos pagos se convirtieron en un capital como plan de pensiones, y me correspondían 4.500 euros. Yo lo desconocía, y eso era lo que se comunicaba en esas cartas". Fue su abogado, añadió, el que le advirtió de su existencia en el proceso. "Esas cartas las aportó mi ex mujer", aseveró.
Las acusaciones, y el juez, preguntaron entonces al abogado de la mujer cómo habían llegado a su poder, ya que el letrado del marido también negó habérselas entregado: "No sé cómo entraron esas cartas en mi despacho. Tuvieron que entrar filtradas con otro tipo de documentación".
Se le preguntó por qué tenía los originales, ya que en estos casos lo normal es disponer de una copia. "Actué de forma precipitada, si lo hubiera hecho de forma reflexiva y visto lo que contenían esos documentos no los habría aportado", respondió.
En el turno de la última palabra, la mujer insistió en su inocencia y afirmó que, dada la situació económica del matrimonio, 4.500 euros "no es un importe como para cometer un delito".
LAS PARTES.
1 El fiscal. "Hay dos versiones contradictorias. Pero es evidente a quién favorece la presentación de las cartas. El camino lógico es que la mujer las aportó".2 La acusación. "Resulta inverosímil que el hombre cogiera las cartas, se las diera a su abogado y éste entregara los originales a la otra parte. Esto no se hace jamás".
3 La defensa. "No hay prueba del apoderamiento ni de la intención de descubrir secretos. Y si son elementos que afectan al patrimonio del matrimonio no puede hablarse de secretos"
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