martes, 22 de mayo de 2012

El Síndrome de Alienación Parental tras el Divorcio

La estrategia dada por el Síndrome de Alienación Parental de Gadner .
Se trata de una maniobra en la que uno de los padres dirige, de forma solapadamente sutil y perversa, a los hijos contra el otro progenitor, sin que exista una justificación razonable para ello. 
Gardner lo delimita como un desorden que surge casi exclusivamente en los contextos de disputa por la custodia del hijo, abocando en programaciones que tienen como objetivo central alienar a un progenitor, haciendo una especie de "lavado de cerebro" contra el otro progenitor o induciendo a esa alineación mediante una campaña de desprestigio contra el padre victimizado. 
No se trata sólo de un "lavado de cerebro" de uno de los padres contra el otro: los propios hijos en esa manipulación, a menudo contribuyen y complementan lo que se ha previsto para la programación contra el padre-víctima. 
Si la maniobra tiene éxito, tal cuadro puede llegar a crear multitud de trastornos en todos los sujetos implicados .

Esta entidad clínica fue ampliada por Darnall, al considerar que, en muchos casos, el padre que desarrolla la campaña de desprestigio hacia el otro progenitor manipula acontecimientos reales hasta convertirlos en irreconocibles.
En cualquiera de estos casos, estas conductas son altamente perjudiciales para los hijos victimizados, el padre objeto del daño y las relaciones entre ambos, socavando seriamente la paternidad compartida.
Este tipo de actuaciones psicopatológicas es habitual en los procesos de separación o divorcio en los que los padres entablan una intensa lucha por obtener la custodia de los hijos y también en las disputas que entablan respecto a las visitas y aspectos relacionados con el litigio en general, como la disolución de los bienes económicos de la pareja.

Por la malvada sutileza del proceso, la detección del Síndrome de Alienación Parental no resulta fácil. 
En opinión de Aguilar Cuenca existen una serie de criterios que ayudan a identificar la instauración de este trastorno en el proceso de ruptura de la pareja:
a) que el niño trate al otro padre como a un desconocido, sintiendo su proximidad como una agresión a su persona;
b) que existan muestras sin fundamento de desamor hacia el progenitor rechazado, que se justifican utilizando argumentos basados en situaciones pasadas banales y en conductas o características protagonizadas por el progenitor rechazado carentes de toda importancia e incluso absurdas;
c) que se observen signos de odio total y absoluto hacia el padre rechazado, sin concesiones, dando muestras los chicos de sentir una adhesión y devoción incondicionales hacia al progenitor manipulador, al que defiende sin admitir ningún tipo de razonamiento dirigido en su contra;
d) que haya claras manifestaciones de una constante desacreditación del padre alienador hacia el otro progenitor a lo largo del proceso de la separación o el divorcio, llegando el niño a interiorizar esos argumentos hasta formar parte de su pensamiento y juicios, resultando chocante los términos que emplea para referirse a la figura parental atacada, llegando a relatar detalladamente pasajes que realmente no vivieron o presenciaron; y,
e) el odio que siente la figura parental anómala y el hijo no sólo está dirigido hacia la figura desprestigiada, sino a todo el entorno familiar de éste (abuelos, tíos, primos, etc.), cuando previamente se había tenido con ellos adecuadas relaciones afectivas. 

Según la intensidad del proceso de alienación, Gardner diferenció 3 tipos de Síndrome de Alineación Parental: leve, moderado y severo. 
(El documento completo en nuestra web www.padresdivorciados.es )

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