En la Audiencia de Valencia: Condenan a una mujer a cuatro años de internamiento por intentar matar a sus hijos tras dejar el gas abierto
Europa pressVALENCIA, 22 Marzo 2012
La sección Vª de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a
una mujer a cumplir 4 años de internamiento en un psiquiátrico por
intentar matar a sus trillizos de 16 meses y a otra hija de 4 años
tras dejar el gas de la cocina abierto y marcharse de casa, en una
vivienda de la localidad valenciana de Torrent, según consta en una
sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.
El tribunal considera a la mujer, de origen venezolano, autora de
4 delitos de asesinato en grado de tentativa, pero aprecia las
circunstancias atenuantes de trastorno mental y de arrepentimiento.
Por
este motivo, le condena a 4 años de prisión --privación de
libertad-- que deberá cumplir en un hospital penitenciario psiquiátrico.
El incidente tuvo lugar sobre las 9.00 horas del día 14 de julio
de 2009, en una vivienda de Torrent en la que vivía la procesada, quien
padece límites de la personalidad y que en el momento de los hechos le
producían una notable alteración intelectivo volitiva que no anulaba sus
bases psicológicas de la imputabilidad.
La mujer convivía con un hombre y con sus trillizos y una hija de
4 años.
Ese día, después de hablar con los niños de sus deseos de
morir todos juntos, y de librarse de la compañía de su pareja a quien le
atribuía una conducta infiel, administró a la niña un medicamento
inductor del sueño, y estando los trillizos en sus cunas, abrió las
espitas del gas de la cocina.
En ese momento, las ventanas de la casa estaban cerradas y
encendió un aparato de refrigeración, pero en aire caliente. Tras ello,
se fue de la casa.
Pasado un tiempo, la mujer quiso entrar de nuevo en
la casa, pero no tenía llaves.
Entonces, la mujer intentó descolgarse desde la terraza sujeta a
una cuerda de tender, pero como no lo logró, entró finalmente desde el
balcón de una casa vecina.
Luego, una vez en el interior, franqueó a la
policía que llegó allí alertada por los vecinos.
Los trillizos no sufrieron ningún daño, mientras que la niña
tampoco registraba signos de haber inhalado gas.
No obstante, como esta
última permanecía somnolienta por la medicación que le había
suministrado su madre, precisó de asistencia médica y se le practicó,
por precaución, un lavado gástrico.
LO RECONOCIÓ
La acusada reconoció ante el tribunal los hechos aunque con
"exposición poco ordenada", y hasta desmintió al vecino, dueño de la
casa desde la que pasó a la suya, cuando éste declaró que el paso
general del gas lo encontró cerrado.
Ante ello, el tribunal indica que "es posible" que la llave
general la hubiese cerrado la mujer cuando entró de nuevo en la casa a
través de una terraza contigua a la cocina, pero todos los testigos
identificaron el olor característico del gas. Por tanto, considera acreditado que la mujer, movida por el "desaforado afán" de hacerse notable ante su compañero, tramó este "espectáculo dantesco" de acabar con la vida de sus hijo, de lo que muy pronto se arrepintió dado que los niños resultaron indemnes.
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