domingo, 29 de mayo de 2011

Nunca superó la separación a pesar de tener la Custodia Compartida

http://www.abc.es/20110529/espana/abci-papa-hecho-201105290430.html
«Papá, ¿qué has hecho?»
Horrorizados ante la matanza, sus hijos le preguntaron por qué había asesinado a su abuelo, a su tío y al novio de su madre.
«Nunca superó la separación», aseguran los vecinos


maría gajate / Degaña (asturias) /29.05.2011

«Este hombre no tiene perdón».
Pasan los días en la localidad asturiana de Degaña y sus habitantes siguen dándole vueltas al drama con el que despertaron el lunes.
Un individuo entró con un machete en casa de su ex mujer y acabó con la vida del novio, el padre y el hermano de ésta.
Ninguno alcanza a comprender cómo pudo llegar a perpetrar tal crimen y aunque comienzan a tener en cuenta detalles y antecedentes que les permiten enmarcar la historia, la crueldad del suceso les impide entender cómo los celos o un amor inalcanzable le pudieron llevar a cometer un triple homicidio.


José Manuel Álvarez Fernández, estuvo casado con Silvia Brugos.
Cuando eran pareja, habían residido en la localidad leonesa de Caboalles de Abajo.
El matrimonio tuvo 2 hijos y llevaban una vida «normal», pero en algún momento se torció. «Ella salió huyendo de esa casa», relata uno de los vecinos, que asegura que no quiso mirar atrás. Rechazó la vivienda y el dinero porque lo único que buscaba era comenzar de nuevo y «cortar con todo».
En definitiva, olvidar una etapa complicada junto a un «drogadicto que la maltrataba», aunque no constan denuncias al respecto.


Ella sí encontró el amor

Silvia se trasladó a Degaña, una localidad perteneciente a Asturias, ubicada a escasos kms y en la que se propuso empezar su vida.
Encontró de nuevo el amor en compañía de un profesor de educación física que trabajaba en el colegio de Matarrosa del Sil (León), Jorge Marqués Vado, de 36 años, una de las victimas mortales, que pernoctaba esa noche en el domicilio familiar por primera vez.
Por su parte, José Manuel siguió en Caboalles de Abajo, y residía con su madre.
Tras la separación, «se cerró en su mundo». No salía a la calle, siempre estaba en casa y cuando pisaba el asfalto tampoco se comunicaba con los vecinos, que aseguran que era una persona muy distante, que de tanto abstraerse se había convertido en un «inadaptado».

Y es que «nunca superó la separación».
Después de que Silvia cogiera las maletas se sumió en una depresión por la que estuvo en tratamiento psiquiátrico y con una profunda obsesión por reanudar su relación.
La familia de Silvia le define como una persona distante, que nunca entabló una relación de cordialidad con los seres queridos de su ex mujer.
Los contactos se limitaban prácticamente a cuando el presunto homicida se trasladaba hasta Degaña para ver a sus hijos.
De hecho, fue de esta forma cuando el domingo por la tarde realizó su última visita.
En torno a las 20 horas se personó en la residencia familiar y llevó allí a los niños de 6 y 10 años. Nada hacía presagiar —pese a su agrio carácter— que unas horas después decidiría entrar sin invitación y forzar la cerradura, con ánimo de acabar con la vida de toda la familia.


Había habido amenazas, porque él «no soportaba que a ella le fuera bien».
Tras una separación conflictiva, Silvia había rehecho su vida y ahora estaba ilusionada con su etapa en la política, ya que salió el domingo elegida como concejal socialista del municipio.
De hecho, según apuntan personas cercanas a Silvia, ésta recibió de madrugada una llamada de su ex marido, que le aseguró que «se iba a arrepentir» del resultado electoral.
Horas después, cumplió su amenaza.
Silvia regresó a casa tarde tras la noche electoral y se echó a dormir hasta que sus primeras visiones fueron un drama que nunca habría imaginado.
Su ex marido, que había rajado las ruedas de los vehículos de la familia, entró en la casa con un machete de grandes dimensiones y con la intención de acabar con su vida y la de su novio. Les agredió a ambos y abandonó la casa creyendo que estaban muertos. Sin embargo, fue ella quién llamó a la Guardia Civil, a unos familiares que viven enfrente y a una amiga para alertar de lo sucedido.

Un regreso sangriento

Por motivos que se desconocen, el presunto homicida regresó minutos después y arremetió contra al resto de la familia.
El primero fue su ex suegro, hallado en el pasillo; después, su ex cuñado, con quien al parecer mantuvo un forcejeo en la cocina en el que la víctima se defendió con un cuchillo jamonero. Finalmente, la madre de Silvia se dirigió a la habitación de sus nietos, donde trató de agredirla, hasta que las palabras de uno de sus hijos le hicieron reaccionar.

Cuando los agentes llegaron al lugar, comprobaron que Jorge Marqués Vado había fallecido, al igual que el padre de Silvia, Manuel Ángel Brugos Álvarez, y hallaron gravemente herido al hermano, Roberto Brugos Rodríguez, que murió poco después a causa de las profundas heridas sufridas en la agresión.


Los niños dormían y según fuentes policiales no presenciaron lo sucedido.
Sólo la agresión a su abuela y el horror de la escena, ante la que el mayor de ellos espetó «pero papá ¿qué haces?».
Silvia y su madre sobrevivieron, la primera con un neumotórax por el que fue hospitalizada y la segunda con heridas superficiales.


El presunto homicida huyó del domicilio, colisionando con un vehículo de la Guardia Civil que llegaba ante la llamada de alerta. Pero consiguió huir.
Finalmente, fue detenido a 60 kms 2 horas después, en la localidad de Matarrosa del Sil, donde precisamente trabajaba una de sus victimas, la actual pareja de su ex mujer.
No presentaba síntomas de haber consumido drogas ni alcohol, pero sí erosiones como consecuencia del intento de defensa de sus víctimas.


El juez ha decretado ya prisión provisional, comunicada y sin fianza para José Manuel Álvarez Fernández en el centro de Villabona tras la comparecencia del imputado, que se acogió a su derecho de no declarar.
Su abogado apunta que no es consciente de lo que ha sucedido, que su intención era ir a ver a sus hijos «y luego se produjo la agresión».


Minero a punto de prejubilarse

No ha querido prestar declaración. Las investigaciones apuntan a que no pretendía arremeter contra la familia, sino que se personó allí para acabar con la vida de su ex mujer y su novio, previsiblemente por celos al ver que éste pernoctaba en su casa.
De hecho, aseguran que lo primero que preguntó al ser detenido era si Silvia había fallecido. Esta apreciación se escucha en cada esquina de Caboalles de Abajo, una localidad en la que el crimen acapara todas las conversaciones, a pesar de que algunos intentan evitarlas.

Los que sí se atreven a decir algo comentan que él no estaba bien desde que se separaron, pero no por motivos económicos.
Minero de 42 años no sufría el drama del carbón. Aunque se encontraba sujeto al expediente de regulación de empleo de Coto Minero Cantábrico, estaba a la espera de obtener la jubilación, con la que «tendría la vida resuelta».
Lo peor de todo es que José Manuel Álvarez Fernández «ha destrozado 2 familias», aquella a la que atacó de madrugada y a la suya propia.
«A su madre le han matado», apunta un vecino, que lamenta también el drama que vive esta mujer, una «buenísima persona» que un día se despertó y conoció que su hijo era un presunto homicida.


También es la historia de 2 pueblos a ambos lados de la frontera.
En Caboalles de Abajo (León) tratan de asimilar que su vecino matara a 3 personas, mientras que en Degaña (Asturias) velan el luto.
Banderas a media asta y un pueblo desértico que trata de avanzar y que todavía pide justicia por Sheila, una joven que apareció muerta con un tiro en la cabeza en 2004.
Mientras tanto, Silvia se recupera en el hospital y sus seres queridos confían en que saldrá adelante: «Es una mujer fuerte», aseguran.


Madrugada de terror en Degaña

20.00 h.El presunto homicida acude a la localidad asturiana de Degaña para llevar a sus hijos de 6 y 10 años a casa de su madre, con quien tenía la custodia compartida. Se percata de que el novio de su mujer va a pernoctar allí


01.00 h aprox. Tras celebrar los resultados electorales en los que ha salido elegida concejal por el PSOE, su ex mujer vuelve a su casa.


05.45 h. José Manuel Álvarez Fernández regresa, rompe la puerta con una maza e ingresa en la vivienda. Todos duermen. Primero se dirige al dormitorio en el que se encuentra su ex mujer con su actual pareja. Agrede a ambos con un machete de grandes dimensiones. Dándolos por muertos, abandona el lugar.


5.55 h. Por motivos que se desconocen, entra nuevamente y arremete contra su ex suegro en el pasillo. A continuación, forcejea en la cocina con su ex cuñado, que se defiende con un cuchillo jamonero. Al final, persigue a su ex suegra e intenta agredirla, hasta que su hijo mayor le pregunta qué hace, provocando en él una reacción que le lleva a huir. Tras arrancar el coche, éste choca contra el de una patrulla de la Guardia Civil que ha acudido tras ser avisada.


8.00 h. Es detenido a 60 kilómetros, en Matarrosa del Sil (León).

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