http://www.abc.es/hemeroteca/historico-04-06-2003/abc/Nacional/una-juez-de-madrid-abandona-su-cargo-al-denunciar-que-se-siente-intimidada-por-su-decano_185408.html
Una juez de Madrid abandona su cargo al denunciar que se siente intimidada por su decano. La juez sustituta señala que un «inadecuado comportamiento» del decano le ocasionó «malestar, inseguridad, temor y zozobra», lo que le impide seguir ejerciendo.
MANUEL MARÍN. 04/06/2003.MADRID.
Una juez sustituta de los Juzgados madrileños de la Plaza de Castilla ha presentado ante la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial su renuncia a continuar ejerciendo su cargo alegando que se ha sentido intimidada por su juez decano, José Luis González Armengol.
El pasado día 29 de mayo, la juez sustituta presentó ante la Permanente del Consejo un breve escrito en el que, «por motivos personales», formulaba su «expresa renuncia» definitiva desde ese mismo día.
La Comisión requirió entonces un informe al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y, al tener conocimiento de esta petición, ha sido ella misma quien ha decidido remitir tanto al Tribunal Superior como a la Comisión Permanente una ampliación de su escrito de renuncia.
En él, la juez sustituta relata una supuesta reunión mantenida con el juez decano de Plaza de Castilla en un restaurante próximo esa zona-y al domicilio particular de ella- el pasado 22 de mayo para celebrar que había aprobado una oposición de acceso al Cuerpo de secretarios judiciales.
Tras la comida ella accedió, «por no ser descortés y aunque en varias ocasiones le reitero mis reparos», a que el juez decano la acompañara a la vivienda de ella, donde, según su interpretación de los hechos, él hizo ademán de abrazarla con la aparente idea de besarla, a lo que la juez se negó pidiéndole que «me deje en paz».
La juez sustituta sostiene en su escrito que José Luis González Armengol le habría comentado el problema que se le presentaba en el Decanato en relación con las sustituciones y le habría recordado que ella nunca había ejercido en los Juzgados de Primera Instancia -siempre había trabajado en los de Instrucción-. «Con ironía me contestó que a lo mejor tengo que ir ...», añade su escrito de renuncia.
Pese a que según su versión de los hechos González supuestamente le dijo «tranquila, tranquila, que no pasa nada», la juez sustituta mantiene que en aquel momento «la situación y el miedo me bloquean y me impiden reaccionar, dada la persona de quien se trata (cuyo comportamiento en modo alguno me esperaba) y que dependía jerárquicamente de él».
«En todo este momento -añade ella-, estaba bloqueada y no supe reaccionar, pensando que era mejor aparentar normalidad y tranquilidad, para que no se percatara de que tenía miedo y se prevaliera de mi debilidad e inferioridad en relación a él por el temor a las posibles consecuencias que podían derivarse de los hechos que habían acontecido».
«En ese momento -relata- tuve la conciencia de que los hechos marcaban un antes y un después, y que si hasta entonces no había tenido ningún problema en mi vida profesional, a partir de aquel momento dudaba de lo que podía sobrevenir».
Temor a repercusiones negativas
La juez manifiesta ante el Tribunal Superior y ante el Consejo General del Poder Judicial que una vez que González se marchó de su casa -salieron juntos de la vivienda y se despidieron cuando él tomó un taxi- «sentí a la vez una gran liberación y, por otra parte, una gran decepción e indignación por el comportamiento que el Sr. Juez Decano había mostrado hacia mí, pues hasta ese momento, en todo el periodo de tiempo en que había tenido trato con él, nunca me había insinuado o expresado nada que me hiciera sospechar lo que podría ocurrir porque, incluso el día de los hechos, durante la comida y hasta el incidente, no hubo ninguna actitud, gesto, expresión o insinuación que me levantara sospecha alguna (...)».
La juez añade que sintió «temor» a las «repercusiones negativas en mi vida profesional» dado que sus funciones como juez sustituta «dependían de él, desde el mismo instante en que es de su competencia el llamamiento para cubrir los Juzgados vacantes».
La la situación resultó incómoda para ella -siempre según su versión de lo supuestamente acontecido- y el mismo día 29 (cuando renunció) tuvo que telefonear al Decanato para que localizaran a otro juez sustituto que cubriera ese día la plaza del Juzgado de Instrucción nº43, que ella misma tenía asignada.
«Me resultaba -afirma- imposible poder acudir a realizar correctamente mis funciones como juez sustituta ante la sensación de temor que tenía a posibles represalias».
Sustituciones en verano
La juez recuerda en su escrito que en los Juzgados de Madrid «había tenido una bien considerada vida profesional, máxime cuando tenía en expectativa realizar sustituciones en este mes de junio, al menos, si así se acordaba por el juez decano, en el Juzgado de Instrucción nº 48 y 3 de Madrid, pues sus titulares me comunicaron telefónicamente que iban a solicitar un permiso y estaban interesados en hacer la propuesta en el sentido de que cubriera yo su sustitución».
Además, afirma que tenía previsto hacer sustituciones en julio en el Juzgado nº 32 y en el 3 hasta septiembre.
Fuentes próximas al Decanato de los Juzgados de Madrid indicaron que González Armengol prefiere no pronunciarse sobre los motivos alegados por la juez sustituta para plantear su renuncia hasta conocerlos directamente.
En cualquier caso indicaron que «nunca se ha condicionado, ni coaccionado, ni vetado ni impuesto nada a ningún juez sustituto» e, incluso, en la última reunión de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia se han cerrado las sustituciones previstas para los próximos meses «sin problemas ni quejas por parte de nadie».
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