miércoles, 16 de marzo de 2011

las trabas de las madres para fijar pernoctas de los hijos con la expareja

Galicia: La realidad de los juzgados revela que la mayoría pediría la custodia compartida
Los juzgados apenas dictan custodias compartidas.
El fiscal delegado de Menores apuesta por ir a la corresponsabilidad de los progenitores en todos los aspectos.
Destaca las trabas de las madres para fijar pernoctas de los hijos con la expareja

A. ARNÁIZ. mailto:galicia@elcorreogallego.es.%2016.03.2011
La posibilidad de establecer custodia compartida para parejas separadas o divorciadas con hijos menores ya existía antes de 2005, pero fue en este año cuando una reforma del Código Civil la visualizó al citarla expresamente. No obstante hasta esa fecha, muy pocas, pero algunas sentencias ya se habían dictado así.

Tras este cambio, esta fórmula que permite a los progenitores que ya no son pareja compartir el día a día de los hijos menores de edad sigue siendo excepcional, frente a la habitual atribución de la custodia a una de las partes, con carácter general a las madres.


Entre las razones del freno a la custodia compartida está el hecho de que:
a.-  la ley exige que los 2 progenitores estén de acuerdo o
b.- que haya un informe favorable del Ministerio Fiscal, que con criterio general lo emite cuando no hay oposición por ninguna de las partes.
Así lo reconoce el fiscal delegado de Menores en Galicia, Carlos Mariscal de Gante, que confirma que se opta por "concederla si hay acuerdo".
Cada vez son más las voces que se suman a reclamar que sea la custodia compartida el régimen ordinario que impere llegada la separación de una pareja con hijos menores.

Precisamente, los expertos reunidos en la Comisión para el Desarrollo del Dereito Civil de Galicia –órgano asesor de la Xunta– estudian la cuestión con la intención de proponer la reforma del derecho propio gallego en esta dirección.
Pero ¿el hecho de que se introduzca por ley la preferencia por la custodia compartida va a significar que va a haber más que las actuales que, por cierto son muy escasas?
Para Mariscal de Gante, sí.
Su experiencia en la realidad de los juzgados es que "cada vez la piden más, lo que pasa es que el porcentaje es pequeño", y ello responde "más a la falta de asesoramiento y no tanto a la disposición de los padres", sostiene.
"Ellos saben que la normativa en vigor está como está y lo asumen así. Cuando se cambie el sistema y la norma permita una custodia compartida, creo que la van a pedir una gran mayoría", sentencia el fiscal delegado de Menores.


"Creo que hay que ir hacia la custodia compartida, aunque es un término que está mal empleado, ya que no se comparte, si no que se alterna. Debe ser así porque el padre se tiene que corresponsabilizar en todos los aspectos como titular de la patria potestad", asevera Mariscal de Gante.

A juicio de la catedrática de Derecho Civil de la USC e investigadora principal del grupo De Conflictu Legum, María Paz García Rubio, la custodia compartida se estableció "con tales trabas y dificultades que casi supuso un paso atrás" y tiene sus "dudas" de que establecerlo como régimen ordinario en el Dereito Civil propio de Galicia vaya a generalizarlo.



La cuestión es compleja, en opinión de ambos expertos, porque la custodia compartida rompe el binomio que se venía dando hasta ahora de que los hijos van con la vivienda familiar. Coinciden en que cualquier reforma tendrá que ahondar en un régimen de atribución de la vivienda, y aunque la rotación de los progenitores en la casa sería "lo ideal" para el interés de los menores, recuerda el fiscal, las dificultades de esta fórmula la hacen muy poco probable en la práctica, sostienen ambos.
La venta de la vivienda también es otra opción, pero no siempre válida, ya que puede tratarse de una propiedad de algún pariente o de un tercero convertida en la vivienda familiar.


Pero aún, antes de todo esto, hay un "gran problema por parte de las madres respecto a la custodia compartida, que es la pernocta de los hijos" con la ex pareja.
Según el fiscal de Menores, "a las madres les cuesta mucho trabajo asumir que el hijo o la hija tiene que ir a dormir con el padre, sobre todo si es la primera vez. Las madres siempre quieren retrasar eso, a los 3, 4, 5 o incluso 9 o 10 años", explica.
Las razones son una mezcla entre la desconfianza sobre las habilidades del padre y los reproches, comenta, y añade que "el tema de la pernocta siempre se le atraganta a las madres y en la custodia compartida es un tema que hay que afrontar desde el principio".


Para la catedrática, desde el feminismo de la igualdad, "pensamos que está muy bien criar a los hijos, pero también que la crianza no sea exclusiva y no tengamos nosotras todo el peso, y que por lo tanto se comparta en posiciones igualitarias ya, porque son periodos continuados.

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