http://www.noticiasdenavarra.com/2011/01/31/sociedad/navarra/el-paro-hace-crecer-el-numero-de-divorcios-sin-acuerdo-en-navarra-hasta-un-7-en-2010
El paro hace crecer el número de divorcios sin acuerdo en Navarra hasta un 7% en 2010.
La crisis afecta más a la mujer, que retrasa la decisión de separarse hasta tener empleo.
Aumenta la modificación de medidas para reducir pensiones alimenticias a los hijos y para ampliar el régimen de visitas.
Las separaciones consensuadas siguen siendo el triple que las no pactadas.
ana ibarra - Lunes, 31 de Enero de 2011 - Pamplona.
El número de divorcios no consensuados ha crecido ligeramente a lo largo del pasado año hasta alcanzar un total de 250 entre los meses de enero a octubre (232 en el mismo periodo de 2009), según los últimos datos ofrecidos por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Sin embargo, las rupturas de parejas en las que ha precedido un proceso de negociación y acuerdo siguen siendo mayoritarias en Navarra y suman 617 en los 9 primeros meses de 2010, cifra muy similar a las 618 registradas en el mismo periodo del año anterior.
De hecho, los divorcios consensuados suponen entorno al 60% del total.
Asimismo, en el mismo periodo del 2010 hubo:
1.- otras 38 separaciones consensuadas (67 en 2009) y
2.- 12 no consensuadas (15 en 2009), las mínimas.
En 2009 hubo 1.164 rupturas, un 11,1% menos que en 2008, y la tendencia es a la baja.
La abogada matrimonialista Pilar Cunchillos señala que en estos momentos y "por la factura de la crisis" está costando mucho más a las parejas llegar a mutuos acuerdos debido a la situación laboral y patrimonial de las partes.
Y reconoce que la mayoría de las modificaciones de medidas que pasan por los juzgados son "litigiosas" y pretenden reducir las pensiones alimenticias fijadas para los hijos y que, con menores ingresos, no se pueden asumir.
A muchas parejas y, sobre todo, a muchas mujeres que no tienen trabajo les cuesta "ahora más" tomar la decisión de separarse.
"La situación es muy precaria por lo que la ruptura se pospone hasta que encuentran un trabajo y pueden lograr cierta independencia", indica.
El aumento de los divorcios en los últimos años precisamente tenía que ver con la mejora de la situación económica de la mujer.
Como era de esperar, la vivienda es la principal fuente de "conflicto" y una dificultad para cerrar muchos acuerdos en un mercado de difícil venta.
"Para que el piso se adjudique a uno de los cónyuges y el banco libere al otro del préstamo se exigen unas condiciones determinadas, y la situación económica y social acarrea serias dificultades", indica.
Una de las salidas comunes ante la imposibilidad de vender, es adjudicar el piso a uno de los miembros, que asume del préstamo.
Cunchillos también habla de un "cambio de mentalidad" para solicitar la guardia y custodia compartida, una medida "amparada por legislaciones y por jurisprudencia, y que está siendo una mayor fuente de litigios".
El otro gran cambio viene dado por la disminución de ingresos y la necesidad de acudir al juzgado para pedir una reducción de la cuantía establecida como pensión, lo cual "siempre es contencioso".
Ante la proliferación de portales y páginas web matrimonialistas que ofertan incluso consultas gratuitas on line, opina que los clientes siguen acudiendo a los abogados porque son los que "mejor pueden asesorarles en todo lo jurídico, patrimonial, hijos, etcétera".
"Internet puede servir para informarse, pero para tramitar un divorcio siempre es necesario acudir al juez a través del abogado y procurador. De hecho, los convenios de Internet tienen mucho riesgo, ya que no se trata más que de rellenar un formulario, y en un divorcio o una liquidación de sociedad conyugal no es lo más apropiado".
Por otro lado, aclara que si la unidad familiar percibe más del doble del salario mínimo no tiene acceso a un abogado de oficio.
50 euros irreconciliables.
La letrada Beatriz de Pablo reconoce que los problemas económicos hacen que resulte "mucho más complicado" llegar a acuerdos.
"Antes no se discutía por 50 euros de pensión porque los puestos de trabajo eran estables. Ahora precisamente no cierras acuerdos por 50 o 100 euros, ya que la situación económica hace que no se pueda prescindir de este importe por ninguna de las partes", añade.
Por el contrario, los divorcios consensuados resultan mucho más rápidos, "las partes intervienen en su elaboración, no es un tercero, el juez, quien acuerda las medidas futuras que a ellos les afectan, y son menos costosos, se pueden resolver las cuestiones personales y también las patrimoniales".
Destaca que cada vez las parejas acuden a la mediación para resolver sus conflictos, pero "también necesitan abogado y es bueno que lo tengan para estar informados, porque el papel del mediador no es ése sino intentar que las partes lleguen a un acuerdo".
Coincide con sus compañeros que la vivienda sigue siendo la principal traba.
"Mi opinión es que, en la medida que se pueda, se fije a corto plazo; que se la quede una de las dos partes o bien se venda y se reparta el dinero. Esto soluciona muchísimos conflictos", precisa.
"Ahora bien, la falta de financiación de las entidades dificulta que un cónyuge pueda hacerse con la vivienda", añade.
Preguntada por el alquiler de habitaciones como fórmula extrema, responde que "no se puede hacer si ambos no están de acuerdo, y en ese caso se deberían repartir el importe".
"Sí hay actualmente algún caso en que, pese a estar separados, ante las dificultades económicas, se comparte la vivienda", indica.
Cada día se solicitan más custodias compartidas, aunque las partes desconocen su contenido real.
"Progresivamente se van ampliando las visitas, y la situación perfecta es aquella en que padre y madre puedan pasar el mismo tiempo con sus hijos. Aunque, en muchas ocasiones, la dificultad viene por la imposibilidad de los propios padres (trabajo...)".
"Otro inconveniente para acordarla es la vivienda, ya que es necesario que cada progenitor tenga la suya".
Ampliar las visitas de los padres con sus hijos y disminuir la cuantía de las pensiones que en su día, los cambios más demandados.
Cultura negociadora.
El abogado pamplonés Jorge Batalla opina que el hecho de que haya muchas más soluciones consensuadas tiene que ver con "la cultura negociadora, una intervención adecuada de los abogados y el sinfín de ventajas, en especial si hay hijos, que supone una solución negociada frente a una contenciosa, en la que la vida de una pareja y de sus hijos queda en manos de un tercero: el juez".
En vivienda coincide en que las soluciones son múltiples: desde compartir piso viviendo divorciados, irse una de las partes a un piso compartido o a una habitación, pasando por estar una semana cada uno con los hijos en casa y viviendo el otro esa semana con sus padres o familiares, hasta intentar vender para que la hipoteca no les ahogue y viviendo en alquiler, etcétera".
En relación a la custodia compartida, cree que "puede ser apropiada en unos casos y en otros no".
La clave es que parejas y profesionales encuentren "el mejor modo en que van a poder estar los hijos con sus padres".
"Es relevante saber cómo ha sido la relación de cada padre con sus hijos durante la convivencia, qué plan de vida van a tener tras la ruptura... Lo decisivo es que no se hable de custodia sino de reparto de tiempo".
"Además del tiempo hay que hablar de cómo se van a alimentar y educar, dónde van a vivir, y el juez tiene que tener la libertad en los casos contenciosos de poder dar soluciones adecuadas a cada caso también en estos aspectos".
Además, admite que "soluciones que eran adecuadas cuando se adoptaron, hoy no lo son; y si las partes regularon su crisis de mutuo acuerdo es más fácil que alcancen acuerdos para modificarlas".
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