domingo, 26 de julio de 2009

Modelos de vivienda para divorciados y separados

http://www.elmundo.es/suplementos/suvivienda/2006/436/1143154803.html
Las nuevas 'tribus' de la vivienda se llaman DINKs, OPs y Singles
PAREJAS SIN HIJOS, JÓVENES, SOLTEROS, SEPARADOS Y FAMILIAS MONOPARENTALES ESTÁN REVOLUCIONANDO EL MERCADO INMOBILIARIO AL 'OBLIGAR' A LOS PROMOTORES A CONSTRUIR NUEVAS TIPOLOGÍAS CADA VEZ MÁS PEQUEÑAS

SORAYA DE LAS HERAS24 de Marzo de 2006, nº 436
Carol y David son pareja, trabajan y no tienen hijos. Son DINKs.
Vivían de alquiler, hasta que, hace 2 años, compraron este piso de 50 m2 con «una habitación y otra pequeña que utilizamos como trastero», dice David.
Están acostumbrados a convivir con nuevos hogares: «En este bloque todas las casas son pequeñas, así que no hay típicas familias: hay separados, jóvenes, parejas...»

El hogar de Olga, de 35 años, está formado por ella y su hijo Claudio, de 5 años.
«Antes vivíamos de alquiler y cuando me separé tuve que volver a la casa de mis padres.
Estuve allí 2 años y hace 1 año compré esta casa, que tiene 39 m2.
La he podido adquirir porque era de mis padres. Lo que he hecho ha sido quedarme con su hipoteca», asegura Olga.

Ni 2, ni 3 ni 4 ni 5 miembros.
Hoy el hogar predominante en nuestro país es el 'single', o lo que es lo mismo, el que está formado por una sola persona.
Las cosas están cambiando en lo que a familias se refiere y a pasos agigantados.
Atrás quedaron las familias numerosas y quién sabe si algún día lo harán también incluso los matrimonios con algún hijo. Los nuevos modelos de hogar están imparables.

A partir de ahora tendremos que acostumbrarnos a términos como:
1.- DINKs (Double Income No Kids, que traducido al castellano significa dobles ingresos sin hijos),
2.-OPs (One Parents o, en español, hogares monoparentales formados por una madre o un padre con hijos) o
3.-a los ya mencionados 'singles' (hogares formados por una sola persona).

Adaptar la oferta
De hecho, ya hay quien tiene muy presente estos nuevos hogares: los promotores inmobiliarios. Y es que, hay que renovarse o morir y ellos son más que conscientes de que estas nuevas 'tribus' forman ya una parte muy importante de la demanda de viviendas.
Por eso, las promotoras ya han adaptado su oferta a esta demanda emergente.
Hasta el punto, por ejemplo, de que las casas de 4 dormitorios han pasado de ser un clásico en las promociones a estar en peligro de extinción.
O, en el lado opuesto, de que los estudios, apartamentos y pisos de 1 y 2 habitaciones se hayan convertido en las grandes estrellas de los nuevos residenciales, siendo, en ocasiones, incluso las únicas opciones a la hora de adquirir casa.

«Casi el 70% de las tipologías hoy son viviendas de 1 o 2 dormitorios. Ha habido una evolución muy importante porque las de 2 habitaciones han ido ganando terreno a las casas de 3 hasta superarlas y esto se ha debido, fundamentalmente, a dos factores: uno económico y otro sociológico», asegura José Luis Rodríguez, consejero de la zona Centro de Foro Consultores.

Según datos que maneja esta consultora, las casas de 3 habitaciones representaban en 1999 el 41% del total de viviendas de una promoción, mientras en 2005 sólo suponían el 26%.
En el mismo periodo, los pisos de 1 habitación han pasado de un 12% al 26% y las de 2, han crecido de un 33% a un 40%, convirtiéndose en la tipología más abundante.
«Por poner algún ejemplo, en Vallecas muchas promotoras han modificado sus proyectos para hacer casas más pequeñas, incluso cuando ya estaban aprobadas y lo han hecho tanto para adecuarlas a la nueva demanda, como para reducir el precio absoluto», continúa.

«El fenómeno es cada vez más evidente y cada vez hay más oferta de casas de 1 y 2 dormitorios porque hay más demanda», asegura Carlos Ferrer-Bonsoms, director de residencial de la consultora Jones Lang LaSalle.

Ferrer-Bonsoms también coincide en el factor económico:
«Además de los nuevos hogares procedentes de divorcios o separaciones, dentro de esta demanda de casas pequeñas hay muchas familias que no pueden permitirse una casa más grande debido a su precio».

Hace años todas las promociones tenían 1, 2, 3 y 4 dormitorios, siendo las casas más abundantes las de 3 habitaciones, que suponían el 50% del total de viviendas. Eso era hace unos 7 años.
Hoy, las casas más numerosas en una promoción son las de 2 dormitorios, seguidas de las 1 y 3», dicen en Jones Lang LaSalle.

Realidad social
«Actualmente hacemos más viviendas pequeñas atendiendo a una realidad social, pero aparte del cambio en la composición de los hogares, hay más demanda de este tipo de viviendas, ya que el alto coste del suelo lleva a los compradores a sacrificar metros por precio. Igualmente, si optan por vivir en una determinada zona, sacrifican también metros por zona en muchos casos», aseguran fuentes de Detinsa.

«En nuestras dos promociones del Ensanche de Vallecas todas las casas (360) son de 1 dormitorio, aunque también tenemos residenciales con casas grandes», continúan en la promotora, que asegura que, «se trata de una tendencia en alza».
«Los promotores nos hemos tenido que adaptar a esta nueva demanda porque cada vez hay más parejas sin hijos, jóvenes, separados...
Pero también hemos adaptado la oferta por cuestiones económicas: con los precios actuales, hay mucha gente que no puede comprar casas grandes», dice Jesús Martín de Prado, presidente de Larcovi.

«El precio es muy importante. Y aunque hay nuevos hogares, también quedan familias tradicionales que demandan pisos de 3 y 4 dormitorios. Lo que sucede es que, en muchos casos, se trata de una demanda insatisfecha porque no hay tanta oferta como antes y se trata de pisos muy caros», dice Rodríguez.

De hecho, según Irene Martínez, del departamento de Suelo y Asesoría en Desarrollos de CB Richard Ellis, «apenas se hacen casas ya de 4 dormitorios».

Factor económico
«Aunque el cambio se ha realizado de manera paulatina, podemos decir que desde hace 4 o 5 años se constata mucho más este hecho. El promotor ha sido avispado. Por decirlo de alguna manera, se puede decir que se ha juntado el hambre con las ganas de comer porque al hacer casas pequeñas, los promotores sacan mayor margen de beneficios», aseguran desde Jones Lang LaSalle.

«Es cierto que cada vez se demandan más casas pequeñas debido a los nuevos hogares que se forman, pero también a los precios. Esto último es clave porque en España hay un factor cultural muy importante: si la gente pudiera elegir, en lugar de una casa con 2 dormitorios, compraría la de 3, aunque no la necesitara. Eso en el extranjero no pasa, porque tienen otra mentalidad», dicen fuentes de la promotora Fadesa.

«Ya hubo un antecedente importante en el Plan de Vivienda del año 92, que establecía ayudas a la vivienda protegida de menos de 70 m2 útiles y esa tendencia ha continuado», asegura Martín de Prado.

«Hace unos años, en nuestras promociones, las casas pequeñas representaban el 20% y hoy son el 80% de las viviendas nuevas de nuestros residenciales», continúa en Larcovi.

«Ahora se hacen más casas pequeñas por los cambios en la familia. Cerca de un 40% de las casas de una promoción son pequeñas cuando hace unos años el porcentaje era de sólo un 15%», dicen en Nozar, que señalan que el cambio empezó hace unos 5 o 6 años.
Para Nozar, el modelo tipo en las nuevas promociones es el de 1 dormitorio.
«En la promoción Jardines del Planetario III Fase, hay 295 viviendas, de las que 158 tienen 1 dormitorios; 122, 2 habitaciones y sólo hay 15 casas con 3 dormitorios», dice la compañía.

Otra de las tipologías en alza es el estudio aunque está tardando más en generalizarse.
«En los PAU hay numerosas promociones que incluyen estudios dirigidos a un segmento muy determinado de la demanda y les va bastante bien. Hay promociones incluso donde el 60% o 70% del producto son estudios y apartamentos de 1dormitorio y el resto pisos de 2 habitaciones», señalan desde Foro.

«Es una tipología que ha tardado mucho en introducirse, pero que ahora tiene precios muy atractivos con lo que irá en aumento. Además, se ha visto impulsada por la figura del inversor».
«Las casas que más éxito tienen ahora son las de 1 y 2 dormitorios y, dependiendo de la ubicación, también los estudios, que en las zonas céntricas de la capital, se estilan mucho», dice Ferrer-Bonsoms.

Más consecuencias
Los nuevos hogares pueden, además, incidir en otros aspectos del mercado inmobiliario, como la rehabilitación. «Es muy común que las casas grandes se reformen para dividirlas en apartamentos, siempre que el grado de protección de los edificios y las ordenanzas no lo impidan», dicen en Jones Lang LaSalle.

Desde Nozar creen que los nuevos hogares también incidirán en el alquiler:
«Las parejas sin hijos, los jóvenes y separados que viven solos, tienen más movilidad geográfica, por lo que son más tendentes al alquiler. Puede impulsar este mercado».

Emilio, de 52 años, vive solo.
«Me separé hace 5 años y desde entonces he compartido piso de alquiler con otros separados». No oculta su alegría cuando habla de su nueva casa: le han adjudicado un piso de alquiler de la Comunidad de Madrid para divorciados y separados.
«Pago 260 euros por la casa y es perfecta porque tiene 2 dormitorios, así que mis hijas podrán dormir aquí cuando quieran».

Bea tiene 27 años y está a punto de formar un hogar, pero lo hará sola.
Compró su casa hace 3 años y por fin puede mudarse. «Compré sola porque surgió así, pero me parece algo normal. De hecho, aunque hay de todo, casi todos los vecinos han comprado solos, así que no me siento discriminada. Eso no quita para que mi situación pueda cambiar...», bromea.

Composición de los hogares en España
LA FAMILIA DE AYER, HOY Y MAÑANA. Por Alejandro Navas.
La familia es una institución que parece encontrarse en permanente crisis.
A la vez, muestra una notable capacidad para adaptarse a los tiempos y circunstancias más diversos, como no podía ser de otra manera al tratarse de algo tan enraizado en la condición humana.
Es difícil imaginar la supervivencia del hombre sin alguna suerte de estructura familiar.
No obstante, hay coincidencia general en el reconocimiento de que la institución familiar atraviesa en nuestros días por una crisis de singulares proporciones, al menos en Occidente.

La familia nuclear propia de nuestra moderna sociedad industrial llega a su plenitud con el 'baby boom' de la posguerra.
Pero el optimismo de esos años resulta engañoso, ya que enseguida se producen cambios drásticos:
a.- la píldora y la revolución sexual permiten disociar sexualidad y reproducción;
b.-la mujer se incorpora de forma creciente y masiva a la educación y al mundo del trabajo fuera del hogar; y
c.- la conciliación de vida laboral y vida familiar se convierte en un tema estrella del debate público.

Una libertad entendida como emancipación hace que el compromiso de por vida pierda sentido. El matrimonio y la familia tradicionales pierden aceptación y dejan paso a otras formas de emparejamiento.
La vida en común se concibe de modo creciente como algo privado.
Los sentimientos mandan, y su condición voluble hace de esas uniones algo frágil por definición. Hay miedo al fracaso, y en un contexto social de cambios e incertidumbre, se desconfía del futuro, imponiéndose el 'presentismo'.

El futuro de la familia se vuelve incierto y cunde la preocupación entre los actores sociales implicados.
Al margen de ideologías, los gobiernos comprueban que una familia debilitada deja de cumplir sus funciones socializadoras, por lo que las políticas familiares volverán a las agendas de los gobiernos.
Hay mucho en juego: la felicidad individual y el relevo generacional de nuestras sociedades.

Alejandro Navas es profesor de Sociología de la Universidad de Navarra

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