viernes, 10 de febrero de 2017

Comic sobre la Custodia Compartida en España

'Custodia compartida', una mirada irónica sobre una situación cada vez más común.
Pablo Velarde vuelca sus propias experiencias como padre separado en un divertido comic.
“Muchas parejas separadas se han sentido identificadas con esta serie”asegura.
Jesús Jimenez.RTVE.09.02.17
Hasta 2005 lo normal era que, en caso de separación, los hijos se quedasen con su madre; ese año, el Código Civil estableció por 1ª vez la posibilidad de un régimen de guardia y custodia compartida entre ambos progenitores. Y actualmente se establece que esa custodia compartida debe ser lo normal, aunque aún sólo se aplica en un 25 % de los casos.
Pablo Velarde (Sevilla, 1963) pasó por esa situación y en 2011 decidió crear la serie Custodia compartida para la revista El Jueves, que ahora recopila dib>buks en un estupendo volumen.
“La idea -asegura Pablo- surgió de mi propia experiencia como padre separado. Tras comprobar que otras parejas que se separaban tenían y tienen los mismos problemas pensé que ahí había material para hacer una serie y me puse a ello. Trabajé durante mucho tiempo en la creación de la situación y los personajes y finalmente me decidí a mirar el asunto desde el punto de vista de la niña, que me parecía lo más equilibrado”.
Una serie con la que muchos lectores se sintieron identificados: “De los comentarios de los lectores deduzco que algunos se ven retratados en sus luchas por custodias, pensiones, etc… y otros se identifican con el personaje de la pequeña que escapa de las situaciones en las que se ve obligada a vivir con mucha imaginación y una ética bastante flexible”.
El público –continúa Pablo- se identifica siempre más con el personaje que no las tiene todas consigo y tiene que enfrentarse a incontables problemas saliendo de ellos con los pocos recursos de los que dispone. La imaginación, principalmente”.
Los protagonistas
La protagonista de la serie es Custodia, una niña tan tierna como irónica, más lista que el hambre y con una sana dosis de mala leche, a la que sus padres usan como arma arrojadiza en sus ridículas peleas, por lo que ha acabado desarrollando una fuerte personalidad. “Custodia –nos cuenta Pablo- es una niña que quiere que la dejen vivir su infancia. Detesta los cuentos con mensajes, las actividades educativas y las experiencias que forjan el carácter. Tampoco es que le vuelva loca la gente. Está en lo suyo y mejor que no la molesten porque muerde”.
En cuanto a sus padres… “son 2 estereotipos del adulto de esta época –asegura el dibujante-. Por un lado el padre es un idiota que se ha tragado boya anzuelo y sedal de toda la propaganda sobre el hombre de la nueva era mientras que la madre es un patético ejemplo de persona que pretende vivir una eterna juventud sin importar lo que la realidad o el espejo te cuenten”.
El personaje más positivo de la serie es el de la abuela. “Juega el papel de las hadas madrinas (véase Psicoanálisis de Los cuentos de Hadas, de Bruno Bettelheim). Pero es un personaje aún por desarrollar” –afirma Pablo-.
“No me gusta mi dibujo”
El dibujo de Pablo es caricaturesco y muy expresivo, ideal para una serie de humor como esta. Sin embargo el dibujante es crítico consigo mismo: “Mi dibujo no me gusta nada. Supongo que es lo que le pasa a casi todos los dibujantes profesionales. Intento por todos los medios que cuente la historia de la forma más efectiva posible. Sin imponerse nunca, evitando los alardes con el mismo cuidado que los escaqueos. Alguna vez lo consigo, la mayoría de las veces me quedo corto y si me paso con algún alarde innecesario, me avergüenzo”.
Sobre sus influencias, Pablo confiesa que: “Como todo el mundo, tengo miles. No creo que haya una mota de originalidad en lo que hago. Soy un puré de mil estilos que me han marcado, aunque los principales serían sin duda Bill Watterson (Calvin y Hobbes) y Raf (Sir Tim O' Theo).
Aunque a este último se le conoce como autor de Bruguera sobrepasó con mucho los límites de lo que suele denominarse escuela Bruguera. 
Con Raf me enamoré de los tebeos, que abandoné años después para dedicarme a un trabajo de hombre serio (la arquitectura) pero me tropecé con Watterson que me devolvió al camino correcto”.
“En cuanto a mis guiones –continúa- se nutren de mil cosas: libros, películas, programas de radio y alguna que otra cosa escuchada al vuelo (estas son las menos: apenas saco las pezuñas del estudio)”.
Destacar también el color de las páginas, que da a la serie un aire retro a la par que moderno. “El color fue al principio (hace veintitantos años) una imposición, ahora es una herramienta muy útil para establecer el tono de muchas historias”.
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