lunes, 15 de julio de 2013

Un juez de familia aboga por imponer en los divorcios una sesión de mediación

El proyecto piloto que durante los últimos 3 años desarrolló acuerdos extrajudiciales entre parejas rotas concluye con éxito en la mitad de los casos

15.07.2013 |www.lne.es/ 
Reunión del Foro de Familia en la que se presentó la mediación. En el centro, Ángel Luis Campo.
Reunión del Foro de Familia en la que se presentó la mediación. En el centro, Ángel Luis Campo.

Ángel Luis Campo, el magistrado titular del Juzgado de primera instancia nº 8 de Gijón, especializado en temas de familia, apuesta por una reforma en la tramitación de procedimientos civiles que obligue a quienes presenten una demanda por separación o divorcio a someterse a 1 sesión informativa acerca de la mediación. «Es un buen instrumento que hace que los ciudadanos lleguen a un acuerdo con el que se sienten más satisfechos, porque nadie se lo impone», argumenta el juez, que acaba de dar por concluido el Iº proyecto piloto de mediación, que lleva desarrollándose en su Juzgado durante los últimos 3 años. 
«Muchos ni conocen el servicio y al menos sería importante que se acercaran a ello y luego decidieran si quieren utilizarlo o no», concluye.

Campo mantiene que más de la mitad de los pleitos que en los últimos años se derivaron al servicio de mediación llegaron a algún tipo de acuerdo, ya sea total o parcial. «A lo largo de este tiempo hemos ganado experiencia y sabemos cómo hacer mejor las cosas. Hemos logrado acercar la mediación a muchos colectivos», asegura el juez, haciendo hincapié en la voluntad que le han expresado los mediadores para que «en los próximos 3 años nuestra mediación pueda ser supervisada por un agente externo experto en este tipo de temas». «Gracias a estas soluciones extrajudiciales en conflictos familiares las partes pleiteantes tienen más protagonismo. No se les da todo hecho a las parejas, que tienen que participar en el proceso, haciendo que se les escuche, y eso es fundamental porque muchas veces la gente se queja de que en las salas judiciales no tienen voz», concluye Campo, asegurando, además, que la mediación no supone «ningún ataque a ningún colectivo profesional, dado que tanto los abogados como los procuradores pueden estar presentes en todo el procedimiento».


Arcadio Río ha sido uno de los mediadores que a lo largo de estos 3 años ha desarrollado su trabajo en el Juzgado de Ángel Luis Campo y en el de Piedad Liébana en Oviedo. Este profesional mantiene que para que la mediación funcione y llegue a buen puerto es necesario «que las 2 partes enfrentadas se den cuenta de que tienen capacidad para negociar y de que tienen poder para decidir qué va a pasar con sus vidas, porque si no, es un juez el que va a tener la última palabra, con acuerdos en los que los propios divorciados o separados no se verán representados, porque estas medidas no las han decidido ellos», argumenta Río. 

«Hay veces que llegamos a acuerdos y otras que no, pero por intentarlo no pasa nada», concluye el mediador. El propio Consejo General del Poder Judicial potencia desde hace años la mediación para aliviar el trabajo en salas judiciales.

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