domingo, 23 de junio de 2013

Paternidad reconocida, divorcio y alta sociedad

La madre de presunta hija ilegítima de Alberto II pide respeto para ellas.

Bruselas, 22 junio 2013 (EFE).- 
Sybille de Selys Longchamps, la madre de la presunta hija ilegítima de Alberto II, Delphine Boël, ha pedido respeto y el fin de la discriminación contra ella, en una entrevista publicada hoy por el diario Le Soir, que también revela detalles de su relación de 10 años con el entonces príncipe heredero belga.
La baronesa Sybille de Selys-Longchamps, que comenzó una relación amorosa con el príncipe de Lieja en 1967, estando ambos casados, señala al diario que su vida cambió y se vio relegada al ostracismo cuando en 1999 se hizo pública la existencia de su hija a raíz de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola.
"Mi prioridad siempre ha sido mi hija. El rey no se da cuenta de la discriminación que sufre Delphine. Por eso reacciono hoy. Están también los 2 hijos de Delphine, que son también nietos de Alberto", dijo a Le Soir.
La mujer también detalla en esa entrevista que Alberto de Bélgica estuvo a punto de divorciarse de la princesa Paola en aquellos años y que el rey Balduino estaba al corriente de esa separación.
"Fueron 10 años de estrés. No sabía cómo gestionarlo con mi hija. Era difícil, sus amigas venían a casa y decían que habían visto al príncipe Alberto. Pensé que no tenía otra opción y que me quería ir de Bélgica. Hablé con Alberto, sin pedirle nada", explica la madre de Délphine Boël al diario.
Agrega en la entrevista que el príncipe Alberto "reaccionó diciendo que pediría el divorcio también. Y todo comenzó. Hubo abogados y reuniones muy serias durante 3 meses a fines de 1976... El rey Balduino terminó por estar de acuerdo con el divorcio de su hermano. El Gobierno dio también su acuerdo".
"Pese a sus convicciones dio su acuerdo y designó a 3 personas para preparar el divorcio", señaló Selys, que indicó que Balduino habló con el entonces 1º ministro belga, Leo Tindemans, y que una de las preocupaciones del gobierno era cómo anunciar ese divorcio y asegurar la sucesión de la corona.
 
Explica también al diario que el divorcio no se realizó por la dureza de las condiciones del divorcio de Alberto de Bélgica, lo que le hizo pensar en la dificultad de la relación por venir, por lo que decidió romper las negociaciones y anunciar que se marchaba a Inglaterra.
Alberto "estuvo muy mal. Me siguió a Inglaterra y me visitaba con regularidad, Teníamos una línea telefónica especial y nos seguimos viendo en Inglaterra y en Bélgica", hasta que se rompió la relación y la baronesa se casó de nuevo en 1982.
Boël se presentó la semana pasada ante un tribunal de Bruselas para defender la petición de reconocimiento paterno, en la que incluye al príncipe Felipe y a su hermana Astrid, ante la práctica imposibilidad de que el jefe de Estado pueda ser citado por la Justicia.
La solicitud de comparecencia de Alberto II y 2 de sus hijos fue confirmada por fuentes de Palacio a la agencia Belga.
Alberto II nunca ha admitido oficialmente que la mujer sea su hija, pero reconoció implícitamente su paternidad durante un discurso de Navidad en el que abordó la "crisis" que sufrió su relación con la reina, con quien se casó en 1959.
Su ex-amante señaló al diario belga que posee correspondencia en la que Alberto II expresa el "amor que siente por su hija", a quien hasta el año 2000 hizo regalos de Navidad.
Delphine Boël publicó en 2008 una autobiografía titulada "Delphine. Cortar el cordón umbilical", en la que indaga en la relación entre sus padres y explica que a los 18 años su madre le confesó que su padre era el entonces príncipe heredero.

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