sábado, 5 de septiembre de 2009

Cuando nos volvemos a casar: ¿Y los hijos ?

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Cuando mamá o papá se vuelven a casar...

El Comercio.Julio 26, 2009
El número de parejas que se divorcia y se vuelve a casar es cada vez mayor y, por ende, las 2ª nupcias son muy comunes. ¿Cómo manejar esto?
Los padres y los hijos en general quisieran que su hogar, su familia íntima jamás se vea afectada por nada.
Sin embargo, nadie puede afirmar que su relación matrimonial no pueda sufrir una ruptura total a pesar de que haya existido mucho amor y se compartan hijos maravillosos quienes, por cierto, suelen ser los más afectados cuando se produce una separación, un divorcio.

No es un tema fácil de abordar pero es imperativo que se establezcan los parámetros necesarios.
Y, claro, cada vez es más común que papá o mamá vuelvan a casarse y para los chicos la aceptación de ese hecho no siempre es fácil.
Son los padres, como adultos que son, los llamados a manejar estos episodios para que sus hijos no se vean afectados de una manera tal que les cause daño.
Para ello, lo más importante será que siempre se hable con la verdad, sin tapujos.
Si luego del divorcio, mamá o papá empieza a frecuentar amistades y de ello se produce un enamoramiento que puede desencadenar en un posible noviazgo y matrimonio, está en la obligación de informar a sus hijos sobre lo que está sucediendo en su vida.

Es más, mientras más sepan los niños sobre la vida de sus padres que están divorciados más fácil será para ellos adaptarse a esa situación que siempre es complicada porque ya no están juntos todos como familia, todo el tiempo.
Según la investigadora Constance Ahrons, autora de los best sellers ‘ We’re Still Family’ y ‘ The Good Divorce’, ha realizado un estudio muy extenso durante los últimos 20 años sobre los hijos de padres divorciados, según el cual al menos la mitad de padres y madres se vuelven a casar en los Estados Unidos antes de que los hijos cumplan 18 años.

Ella determina en base a sus investigaciones que los enamoramientos, compromisos y matrimonios de los padres tienen un impacto significativo en sus hijos.
“Los niños de 5 a 10 años son más posesivos con relación a sus madres que los chicos mayores. Ellos se suelen sentir amenazados o resentidos por tener que compartir a mamá con un hombre que no es papá.
Los preadolescentes se ofenden al ver que sus madres hacen demostraciones de afecto a otros hombres, suelen decir que sus madres se están comportando como adolescentes.
En cambio los chicos más grandes que fueron testigos de la mala relación que existía entre sus padres se muestran más receptivos frente a las nuevas relaciones de mamá o papá, pero son pocos los que aceptan a otro hombre como una figura paterna.
Muchos cuestionan su autoridad en cada ocasión propicia para hacerlo y, mientras más trata un padrastro o madrastra de asemejarse al padre o madre biológicos, más resistencia encontrará en los chicos. Por eso es mejor que actúen como un amigo en lugar de una figura de autoridad”, señala Ahrons.

Por lo general los hijos se sienten más molestos cuando sus madres salen con otros hombres que cuando sus padres salen con otras mujeres y, cuando los chicos piensan que fueron esas nuevas parejas las causantes del divorcio de sus padres, las cosas se complican aún más y el panorama es más gris.
De manera que no es nada raro que los hijos pequeños y los grandes vean la presencia del novio de mamá o la novia de papá como la de un intruso que les está quitando su cariño y su espacio.

Sin duda, manejar esta situación no es fácil para ninguno de los involucrados pero no tiene por qué ser imposible.
Lo más importante es aclararles a los hijos que ellos no van a quedar al margen pero, al mismo tiempo, hacerles comprender que si papá o mamá escogió una persona para ser parte de su vida ellos no pueden tampoco interponerse o tratar de sabotear esa posibilidad.

Es vital, asimismo, recurrir a quien fuera su pareja antes (esto es la mamá o el papá biológico de los hijos) y hablar claramente al respecto para determinar una estrategia informativa para ser utilizada con los hijos y para que esos ‘ex’ no vayan a dar el mensaje equivocado a los chicos y estos se enfrenten de manera negativa a sus padres y hagan reclamos que no corresponden.
Lo único que los hijos pueden exigir en estos casos es ser siempre parte de la vida de sus padres y que ellos lo sean de la suya, que cumplan los adultos con sus deberes dándoles seguridad económica, física y, sobre todo, emocional.

Lo más importante.
Si mamá o papá se casan deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Dejar en claro que la nueva pareja no es el sustituto de su padre o madre biológico/a.
2. Se debe hablar con los hijos de manera directa, honesta y firme una vez que se decida un compromiso formal.
3. Si fuera posible, es mucho mejor mudarse a una nueva casa o departamento cuando se casen, de manera que los recuerdos de la vida anterior no se interpongan en el mantenimiento de unas relaciones armoniosas como familia. Todos serán nuevos en ese nuevo hogar, no habrá un intruso que deba adaptarse al mismo y al que tengan que adaptarse los demás. Esta es una buena estrategia.
4. Se debe dejar establecido de antemano cuáles van a ser las normas de convivencia básicas.
5. Aunque la autoridad la debe ejercer el padre o la madre biológico/a, se debe respaldar a la pareja si en algún momento toma la iniciativa frente a órdenes, sugerencias o incluso amonestaciones cuando haya una razón válida para ello de por medio.
6.Deben seguir existiendo actividades exclusivas entre padre/madre biológicos y sus hijos. No se puede pedir a los niños que dejen de recibir la atención a la que están acostumbrados y las nuevas parejas deben aceptarlo.

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