lunes, 19 de noviembre de 2007

Estamos interesados en :¿Erradicar la Violencia Doméstica ?

Artículo que publicará Francisco Serrano el domingo 18.XI.2007
Un abrazo.
Frasco

LOS DATOS QUE NO SE CONOCEN

Hace unos días tuve acceso a unos datos estadísticos emitidos por el Ministerio del Interior, del que, en principio, no cabría dudar, yo desde luego no dudo, de su imparcialidad y objetividad a la hora e emitir esos resultados.
Pues bien, a tenor de esa información veraz, resulta que se desinfla absolutamente el globo que se ha formado alrededor del grave problema de la violencia familiar, demostrándose que se ha escogido una vía inadecuada para su erradicación, y que realmente ese camino ha sido el que ha marcado una ínfima minoría, asentada en el hembrismo radical, y que lo que ha conseguido es, no luchar contra esa violencia sino vivir de la misma.

Resulta que la severas normas de discriminación positiva introducidas por la Ley de protección Integral contra las mujeres que sufren y siguen sufriendo calladamente esa violencia machista, se justificaba porque España es en el mundo mundial, la nación donde más se repiten esos episodios deleznables, mas resulta que la verdad es que en la Unión Europea se encuentra en el puesto 16, después de países de tan arraigada tradición violenta como Suiza y Luxemburgo.

En Andalucía, en el año 2005,:
1.- las mujeres muertas que fueron víctimas de malos tratos en el ámbito familiar fueron 11.
2.- Los hombres fallecidos en ese mismo año y por ese mismo motivo, fueron 12.
3.- Las mujeres víctimas de malos tratos en la relación de pareja o conyugal, muertas fueron 9.
4.- Los hombres fallecidos en análogas circunstancias, fueron 6.

La diferencia en la estadística macabra resulta más significativa, en detrimento de los varones, en lo que concierne a suicidios.

Datos alarmantes, que remueven conciencias, y que atacan la línea de flotación de quienes se han empeñado en que sobre esas cuestiones exista censura de prensa, dándose sólo a conocer los datos que interesan y que coinciden con la línea de lo políticamente correcto.

Triste, muy triste conclusión.

FRANCISCO SERRANO CASTRO
(Magistrado de Sevilla)

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